viernes, 16 de noviembre de 2018

CONTOS PARA O MAGOSTO E A CASTAÑA



Acercábase o magosto, e ocurréusenos que podiamos escribir diálogos disparatados nos que a protagonista fose a castaña.
Todos os diálogos eran moi orixinais e creativos, decidimos como mostrar publicar dous: o de XANA e o de CRISTIAN.



LA HOJA Y LA CASTAÑA


- Hola buenos días castaña, ¿qué haces?- saludó la hoja.
- Buenos días hoja, estoy intentando volar como tú - contestó la  castaña.
- Va a ser difícil porque hoy hay poco viento y tu pesas mucho. - Comentó la hoja.
- Ya, pero no tengo tiempo de hacerlo otro día,  por la tarde me voy al otro barrio.- Dijo con tristeza la castaña.
- ¿A qué barrio?.- Preguntó hoja.
- A ninguno idiota, hoy es el MAGOSTO.- Lloriqueó la castaña.
- Tranquila, ya me gustaría a mí.- Afirmó la hoja.
- ¡Cómo te va a gustar si te comen y te mueres! - Gritó la castaña.
- No cuando te comen no, cuando te asan, ese calorcito en la piel. ¡Ojalá pudiera vivirlo! - Deseó la hoja.
- ¡Mira, ahí hay una cerilla! ¡Qué bien! Tengo una idea, tu me lanzas al cielo para poder volar,  enciendes la cerilla y te churruscas. - Ideó la castaña.
- ¡Claro! - Exclamó la  hoja.
- Venga, lánzame. Pero no enciendas aún la cerilla, bueno... da igual. - Dijo con ganas la castaña.
- Lo siento, es que tengo frío. - Suplicó la hoja.
- ¡Venga!- Exclamó la castaña.
-¡ Aaaahhh, pesas mucho no puedo! - Intentó hoja.
- ¡Qué viene el fuego! - Chilló la castaña.
Así que los dos se “churruscaron” antes, y ni siquiera había sido el magosto.
- Tenías razón, no mola nada. - Dijo la  hoja.
- Ves. - Replicó castaña.








Xana Fernández Martínez





    La castaña habladora y el niño zampón.


Un niño llamado Pepe, se sentó en un banco, debajo de un castaño en el magosto y le cayó un erizo en la cabeza.
-¿Por qué tienes la cabeza tan dura?- Pregunta enfadada una castaña.
-¿Quién habla?- Interviene Pepe.
- ¡ Ahhhh, me habla una castaña!- Exclama Pepe.
- ¡ Pues claro que te habla una castaña, yo !- Grita enfadada.
- Es la primera vez que veo una, así que te llevaré a una sauna. - Afirma Pepe.
Ya en la hoguera.
- ¡ Que calentita !- Murmura.
- ¡ Y que rica!- Dice él.
-¿Qué ?- Pregunta.
- Nada, nada.- Responde.
Entonces Pepe se la mete en la boca.
- No te atrevas a tragarme.
- Pues claro, eres una castaña y la tradición familiar dice:
Pepe zampón come, castañas un montón.
                         

                             Cristian Romero Martínez

Oxalá as disfrutedes tanto coma nós!!!

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